Tipos de apego emocional y como superarlo

Desde que nacemos, desarrollamos vínculos afectivos con las personas que nos rodean, lo cual tiene un impacto significativo en nuestra forma de relacionarnos a lo largo de nuestra vida. En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de apego emocional y, si es necesario, cómo superarlos.

¿Qué es el apego emocional?

Cuando hablamos de apego emocional nos referimos al vínculo afectivo que se establece entre dos personas, basado en la necesidad de cercanía, seguridad y protección. Es una conexión emocional profunda que influye en nuestra forma de relacionarnos con los demás.

¿Qué importancia tiene el apego emocional en las relaciones? Tener un apego emocional seguro es importante para poder relacionarnos de forma saludable. Este nos permite establecer vínculos estables. En cambio un apego inseguro suele generar dificultades a la hora de comunicarnos, confiar e intimar con las otras personas.

Tipos de apego emocional

¿Qué tipos de apego existen?

Hay cuatro tipos principales de apego, que se forman en la infancia.

Apego seguro: Si hablamos de niños con apego seguro, podemos observar cómo se sienten cómodos explorando todo su entorno en presencia de su adulto de referencia. Si el padre o madre se aleja, suelen preocuparse, pero al regresar se tranquilizan con facilidad.

Cuando nos referimos a adultos con apego seguro, son personas que establecen relaciones estables y saludables. Que saben confiar en los demás y que no tienen problemas para mostrar afecto en sus relaciones.

Entonces, una persona con apego seguro se caracteriza por confiar en sí misma y en los demás. Tiene un buen autoconcepto y autoestima y esto le permite ser autónoma y capaz de hablar y comunicarse saludablemente en sus relaciones.

Apego ansioso-ambivalente: Cuando observamos a un niño que muestra ansiedad incluso cuando su cuidador está presente, o que cuando este se va y regresa no se calma con facilidad, y que además, no muestra interés o facilidad para explorar y jugar en su entorno sin que su cuidador explore con él, estamos hablando de un niño con apego ansioso-ambivalente.

Los adultos que probablemente tienen un apego ansioso-ambivalente suelen estar siempre preocupados por ser abandonados por sus amigos/pareja, y necesitan constantemente la validación de las personas que le rodean. Pueden padecer de dependencia emocional y, con frecuencia tienen un comportamiento celoso.

En resumen, las personas con un apego ansioso ambivalente, tienen poca autoestima, confían poco en si mismas y en los demás. Cuándo alguien les importa (sea pareja o no), experimentan celos con frecuencia y necesitan muestras de afecto constantes y validación por parte de los demás ante sus decisiones.

Apego evitativo: Los niños con apego evitativo pueden parecer muy independientes y no necesitar a su cuidador. Tampoco muestran ansiedad cuando éste se va. Y normalmente no buscan consuelo.

En un adulto con apego evitativo observamos como evitan a toda costa el compromiso y no buscan ninguna intimidad especial en sus relaciones. Tienen dificultades para mostrar afecto y expresar lo que sienten y parecen extremadamente independientes.

Resumimos con que el comportamiento de una persona con apego evitativo se caracteriza por encontrar dificultades a la hora de expresarse, evitar el compromiso emocional y poner muchas barreras en sus relaciones, mostrando una excesiva independencia.

Apego desorganizado: Es un tipo de apego que frecuentemente se relaciona con alguna experiencia traumática. Son niños que expresan sus emociones de forma contradictoria. A veces buscan el consuelo de su cuidador y a veces le evitan a toda costa.

En adultos, observamos más o menos lo mismo, temen a la intimidad y les cuesta mucho confiar en los demás.

Concluimos con que observamos una ambivalencia emocional, la emoción de base es el miedo.

Deseo mejorar las dificultades que me produce mi tipo de apego emocional. ¿Cómo puedo hacerlo?

El primer paso es reconocer y entender tus dificultades. Si sientes que necesitas mejorar algunos aspectos en tus relaciones, es un buen primer paso, comprender por qué te sientes así. Y de dónde viene ese comportamiento.

¿sientes que tu autoestima está por los suelos?, ¿te falta confianza a la hora de relacionarte?. Síntomas de esto, cuando hablamos de relaciones, es que sientas que dependes demasiado de la opinión de los demás, de su validación y que tengas dificultades para poner límites cuando es necesario.

Busca aprender a comunicar de forma clara lo que necesitas, y si necesitas un apoyo profesional para mejorar cómo te sientes no dudes en buscar ayuda profesional.

Consejos adicionales para trabajar en tu estilo de apego emocional

Cultivar la independencia emocional y la autocompasión: Trabaja en desarrollar tu independencia emocional y aprende a cuidarte y amarte a ti mismo. Es importante aprender a entendernos y darnos ese consuelo a nosotros mismos. Validar nuestras propias emociones.

Gestionar el estrés: El estrés puede intensificar los patrones de apego emocional. Todos ante momentos intensos en nuestro día a día nos sentimos peor de lo que normalmente estamos y nos cuesta más fluir. Busca qué puedes hacer para gestionar mejor los picos de estrés. ¿Dedicas suficiente tiempo a tus hobbies?, ¿haces ejercicio? Busca en qué puntos puedes trabajar y ayudarte a ti mismo a estar mejor.

Aprender a disfrutar de la soledad y el tiempo a solas: Aprender a disfrutar de la propia compañía es fundamental para cualquiera de nosotros. Aprovecha el tiempo a solas para conocerte mejor y fortalecer tu autoestima.

Recuerda que cada persona es única y puede enfrentar diferentes desafíos en relación al apego emocional.

Si crees que puedo ayudarte a gestionar tus dificultades, contáctame y estaré encantada de escucharte.

Scroll al inicio