Somatización: Cuando las emociones afectan a nuestro cuerpo

Cuerpo y mente están conectados. Cada vez hay más evidencia de que esto es así. Hoy quiero hablarte de cómo nuestro cuerpo habla. De cómo nos avisa para que escuchemos nuestras emociones o de que revisemos lo que hacemos.

¿Qué es la somatización?

El concepto somatización hace referencia al hecho de que en nuestro cuerpo empiezan a surgir distintas sensaciones que no se explican por una enfermedad en si. Pueden ser distintos síntomas, cervicalgias, dolor de cabeza, problemas digestivos, fatiga, dolores crónicos, problemas en la piel, … Y a la larga pueden surgir otros problemas más complicados. Es muy frecuente que las personas que los padecen no sean conscientes de que sus síntomas están relacionados con problemas psicológicos. Van de médico en médico, se van descartando patologías y no se llega a un diagnóstico concreto.

¿Cuáles son los factores psicológicos que pueden llevarnos a la somatización?

Aquí debo hablarte de distintos factores.

  • Por un lado el estrés, cuando es prolongado en el tiempo. Vivir estresados constantemente y sin pausas suele terminar en dolencias físicas.
  • También si hablamos de trauma, una vivencia traumática del pasado, sin trabajar, sin procesar y sin superar frecuentemente empieza a interferir en nuestro bienestar físico.
  • conflictos emocionales recurrentes con nuestros familiares, compañeros de trabajo, jefes o amigos.
  • patrones de pensamiento negativo, que pueden ser derivados o derivar en depresión y ansiedad. Las personas que padecen depresión suelen sentirse devastadas, física y emocionalmente. El cansancio extremo también se experimenta en la ansiedad, pues ese estado constante de que algo va a ir mal nos mantiene hiperactivados.
  • También me gustaría incluir un tema que se esta experimentando en los últimos años. La persona que vive constantemente ocupada. Con la sensación de que si para, esta perdiendo el tiempo y no esta siendo productiva. La que desde que se levanta hasta que se acuesta no puede darse un respiro.

En todas estas situaciones nos resulta más o menos complicado conectar con nuestro cuerpo. Escucharle, saber qué necesita. Y éste termina hablando. Y ¡menos mal que lo hace!, pues nos permite empezar a observar qué es lo que no esta bien y ahí es cuando empezamos a movilizarnos para ponerle solución.

¿Qué tipo de síntomas tiene la somatización?

Los más frecuentes son las tensiones musculares, cervicalgias acompañadas (o no) de dolor de cabeza. Sensación de mareo o mareo, taquicardias, sensación de no poder respirar con normalidad y problemas gastrointestinales (diarreas, gases, estreñimiento, dolor de barriga, punzadas).

Pero también encontramos problemas relacionados con la piel (dermatitis entre otros), insomnio, sudores moderados, temblores, escalofríos, personas que se resfrían frecuentemente, etc. Luego hay otras personas que constantemente notan un nudo en el estómago, en la garganta, la sensación de tener algo “atorado” en la garganta. Y una infinidad de problemas más.

Normalmente cada uno de nosotros tiene un “punto débil”. Yo, por ejemplo, padezco de migrañas y ante un estrés mantenido es más fácil que se “despierten”.

El rol de la psicoterapia en el tratamiento de la somatización

Cuando llevamos tiempo en “modo automático”. Normalizando ciertas dificultades que tenemos en el día a día, es cuando el cuerpo empieza a hablar. Y, en ese momento, es cuando si o si, tenemos que preguntarnos:

¿llevamos tiempo estresados o disgustados por algún tema?

¿padecemos de ansiedad y no tenemos herramientas para afrontarla?

¿tenemos conflictos constantes con alguna persona importante en nuestra vida?

Te recomiendo de corazón que cuides tu salud mental tanto como tu salud física. La terapia psicológica es el tratamiento más adecuado para las personas que han empezado a somatizar con algunos síntomas físicos. Solo tratando el problema de raíz, desaparecerán los síntomas físicos que constantemente aparecen y desaparecen y que limitan tu vida diaria.

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