Cómo aumentar tu amor propio

Quiero quererme más”, “Quiero aumentar mi autoestima”, “no sé cómo hacer para valorarme más a mí mismo/a”. Son peticiones muy frecuentes. Y casi siempre van acompañadas de otras problemáticas.

Entiendo que quieras trabajar en eso. Todos deberíamos revisar de vez en cuando cómo nos vemos a nosotros mismos. Vamos a ello.

¿Qué es el amor propio?

Hay muchas formas de definir el amor propio. Se refiere al valor que te das a ti mismo. A cómo te tratas, a cómo te hablas. Y, en consecuencia, a lo que permites y a lo que limitas, en cuanto a ti mismo, a tu entorno y a los demás.

Te animo a que lo definas tú mismo/a, respondiendo las siguientes preguntas:

¿Cuáles son mis fortalezas?

¿Cuáles son mis límites?

¿tengo miedos?, ¿Mis miedos me superan?

¿siento que soy capaz de afrontar las diferentes situaciones que me va poniendo la vida?

¿hay aspectos en los que quiero mejorar?

¿estoy trabajando/estudiando/dedicándome a lo que me gusta?

¿Cómo me trato a mí mismo/a?

¿me tratan los demás como me gustaría?

¿me permito transmitir mis sentimientos y necesidades a los demás?

Y finalmente, ¿me conozco, valoro y acepto con compasión y comprensión?

Con todas estas preguntas, según hayas ido respondiendo, puedes hacerte una idea del nivel de amor propio que tienes.

¿Qué puedo hacer para tener más amor propio?

Antes que nada, me gustaría empezar por hacernos conscientes de que cuando nacemos, mentalmente lo hacemos en “blanco”. Es decir, vamos a empezar a vivir un montón de experiencias que con los años, van a ir creándonos distintas ideas. Y aquí vamos a centrarnos en las ideas que nos vamos creando sobre nosotros mismos.

Con este inciso, lo que quiero decirte es que el amor propio es algo que construimos a lo largo de los años. Y todos partimos con el mismo nivel.

Lo que hace que unos tengan más amor propio que otros es primero el entorno. ¿Qué nos dicen nuestros padres?, ¿nuestros profesores? Y ¿nuestros amigos?. Ahí empezamos a tener una base importante.

Y con el tiempo, ¿Cómo nos hablamos nosotros mismos?.

Al final se trata de perspectivas, de voluntad y de decisiones. Si crees que el nivel de amor propio que posees es mejorable, deberás coger las riendas de la situación y decidir cambiarlo. Estudiar como te hablas, dónde pones el foco y cómo valoras tus logros y también tus fracasos. Y finalmente tomar la decisión de cambiar lo que puedas mejorar. Algunos consejos:

  • Ten una meta. Ten claro lo que quieres conseguir en todos los ámbitos de tu vida. Tanto si es profesional, personal o familiar. Y no olvides que no lo conseguimos todo de una. Hay que ir subiendo distintos escalones y valorar cada paso que damos.
  • No evites las cosas que la vida te pone delante. No por miedo. Si quieres empezar a confiar en tus propios recursos, progresivamente (y con ayuda si es necesario) hay que ir afrontando un poquito más cada vez tus miedos. Solo empezando a hacer cosas diferentes, empezaras a sentirte diferente y a confiar en ti mismo/a. Y OJO, con ayuda no me refiero a que otros lo hagan por ti, si dejas que los demás lo hagan en tu lugar aumentaras tu inseguridad. Es lo mismo que evitar, al final te sientes más incapaz. Si necesitas ayuda, busca la ayuda de un profesional.
  • No intentes contentar y gustar a todo el mundo. Eso es imposible. Revisa tus valores y lo que tu quieres y céntrate en eso. Muéstrate como tu eres y elige lo que tu quieres o no quieres hacer. Y asume que eso complacerá a unas personas más que a otras. Pero tenerlo todo no es posible ni tampoco conveniente, pues dejamos de ser nosotros mismos y de disfrutar de lo que realmente queremos.
  • Acepta el cambio. Todos tenemos “esquemas rígidos”. Con esto me refiero a formas de hablar y de hablarnos, a formas de reaccionar ante ciertas circunstancias, a formas de tratar a los demás… revisa que es lo que ya no esta funcionando. Y revisa también si estas formas son las que tu has elegido o vienen aprendidas de tus referentes y simplemente te dejas llevar porque es lo que siempre has hecho. El mundo va cambiando y también debe hacerlo la forma de actuar. Por ejemplo, No podemos “tirar de archivo” y educar a nuestros hijos exactamente igual a como nos educaron a nosotros. Pues en su día a día, han cambiado muchas cosas de las que había en el día a día de nuestros padres.
  • Revisa y valora todo lo que ya has conseguido. Y a partir de aquí pon metas y ve construyendo y cambiando todo lo que va a hacer que tu te valores más.
Scroll al inicio