Terapia adolescentes

La terapia para adolescentes es un tipo de psicoterapia que se enfoca en jóvenes entre la pubertad y la edad adulta temprana. Esta terapia para adolescentes puede ayudar a los adolescentes a manejar los desafíos emocionales y psicológicos que surgen durante esta etapa de la vida.

Un adolescente podría beneficiarse de la terapia si está mostrando signos de problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad, si está lidiando con el estrés de la escuela o las relaciones, o si está mostrando comportamientos de riesgo como el uso de drogas, alcohol o autolesiones.

Los motivos frecuentes que actualmente encontramos en nuestra consulta son problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión, problemas de comportamiento, dificultades escolares, problemas de autoestima, problemas de identidad y orientación sexual, entre otros.

La terapia te ayudará a desarrollar habilidades para manejar el estrés, la ansiedad y otras emociones difíciles. También es útil para ayudarte a entenderte mejor a ti mismo, a mejorar tus relaciones y a tomar decisiones.

Es importante hablar con tu hijo acerca de por qué crees que la terapia podría ser útil y escuchar sus preocupaciones. Si sigue resistiéndose, puede ser útil proponerle hacer una única sesión para que seamos nosotros, los profesionales, que le podamos explicar cómo trabajamos y en qué casos podemos ayudarles. 

Si aún así se niega, hay adolescentes que no quieren hablar en terapia, dependiendo de la problemática, podemos guiarte a ti, sobre como gestionar la situación en casa.

La duración de la terapia puede variar dependiendo del individuo y de los problemas específicos que se están tratando. Pero en general, necesitamos entre 8 y 10 sesiones para resolver la situación y entrar en una fase de seguimiento. 

En la terapia para adolescentes o infanto juvenil generalmente trabajamos tratándoles de forma igual que los adultos. Involucramos a los padres de forma puntual y sólo cuando es necesario.

Lo más importante que debe saber cualquier persona que acude a terapia, es que ese es un lugar seguro, libre de juicios, dónde puede expresar cualquier malestar. Al igual que con cualquier adulto, la información es completamente confidencial. 

La única meta es conseguir su bienestar. 

La terapia para adolescentes puede ser menos efectiva si la persona que acude a terapia no está dispuesta o no está preparada para participar en el proceso. La falta de compromiso y resistencia al cambio pueden limitar la eficacia de la terapia. Sin embargo, es importante recordar que el progreso puede llevar tiempo y cada individuo es diferente.

En general no involucro a los padres en la terapia, a no ser que sea necesario. Trabajo directamente con la persona que tiene la dificultad, aunque sea menor de edad, como en el caso del adolescente. Todo esto se explica antes de empezar la terapia.

Por supuesto, si hay algo grave o urgente para comunicar a los padres, se comunica. Pero no es algo frecuente. 

Cada sesión dura generalmente entre 50 minutos a una hora. Hacemos una sesión cada dos semanas (dos al mes).  El número de sesiones depende del adolescente y sus necesidades específicas. Esto se revisará regularmente para asegurar que la terapia sigue siendo beneficiosa.

Sí, ofrezco tanto sesiones presenciales en Barcelona como online.

El progreso puede medirse de varias maneras, dependiendo de los objetivos específicos establecidos al inicio de la terapia. Esto puede incluir cambios en el comportamiento, mejora en las relaciones, aumento de la autoestima, mejora en el rendimiento escolar, y una mayor capacidad para manejar las emociones.