¿Qué es un ataque de pánico?
Es una sensación de miedo profundo, que ocurre de forma repentina. Dura apenas unos minutos, pero se percibe como una “explosión” emocional muy intensa, que provoca sensaciones físicas y psicológicas que hacen sentir a la persona que ha perdido el control de la situación. Generalmente después del episodio la persona se siente “devastada”, ha habido un torrente tan profundo de sensaciones que se ha quedado sin fuerzas.
Puede ocurrir en cualquier momento cotidiano (conduciendo, en casa, de vacaciones, en el trabajo…) y como síntomas podemos encontrar estos entre muchos otros:
- Pérdida de control
- Temblores, sudores y taquicardias
- Miedo a morir repentinamente
- Calambres
- Sensación de mareo o desmayo
- Sensación de ahogo
- Dolor de pecho y cabeza
- Sensación de irrealidad (como de ser el espectador de una película).
¿Cuándo debo consultar?
Si a raíz de un ataque de pánico sientes que algo no va bien. Si sientes que tienes “miedo al miedo”, a volver a vivir una situación similar. Si sientes ansiedad ante la idea de tener miedo. Si evitas hacer cosas que antes hacías con naturalidad. En definitiva, si sientes alguna limitación que te gustaría o necesitas cambiar.
¿Cómo trabajamos en Barcelona y Online el pánico y el ataque de pánico?
El miedo es algo natural, necesario e incluso deseable en la vida de una persona. Pues este nos permite reaccionar ante cualquier peligro y hacer lo necesario para ponernos a salvo. Estos procesos son generalmente automáticos. Cuando detectamos que algo no va bien, nuestro sistema sabe avisarnos y poner en marcha toda una serie de mecanismos que hacen que reaccionemos y salgamos airosos de la situación. Una vez resuelto el episodio, la vuelta a la calma también es automática, la activación física, mental y psicológica paulatinamente vuelve a la normalidad y seguimos con lo que estábamos haciendo de forma natural. Esto ocurre muchas veces durante el día: cuando estamos a punto de quemarnos, cuando estamos a punto de tropezar, en el momento que conduciendo vemos un animal en la calle y frenamos…
Cuando el miedo se ha vuelto disfuncional porque la persona ha tenido una serie de vivencias que hacen que hacen que estos procesos se activen en momentos en que no hay un peligro real, ponemos en práctica una serie de técnicas y recursos adaptados a cada caso en concreto para volver a percibir el miedo como algo beneficioso y necesario. Poco a poco la persona que ha venido motivada para el cambio, va dejando atrás su ansiedad y vuelve a sentir que puede afrontar las cosas de forma natural. Es absolutamente necesario que la persona trabaje de forma activa conjuntamente con el terapeuta.